Antelación a una noche de amor
Primero la duda, la proposición
El deseo de compartir, las ganas de estar
Después la alegría de la afirmación,
La felicidad de la anticipación
Luego la angustia de lo incierto,
De lo venidero, de lo probable
Con mi mayor gallardía me enlisto,
Con mi mayor seguridad confirmo,
Y con mi mejor actitud te recibo
Calida, esplendorosa, espectacular
Me esperas, me saludas, me besas,
Y en un segundo todo vale la pena
Las risas, los cuentos, la jocosidad
La alegría de volver a verte,
El placer de mostrarte,
Y por momentos, el egoísmo
De no compartirte
Entre tertulias y tímidos besos
Nos desenrollamos,
Hasta que si ya con los labios nos exploramos,
Nos encontramos y ahora con la seguridad
De que todo el tiempo pasado fue justo,
Necesario, valedero
Entonces la despedida, la amarga despedida
Que quiere poseernos, separarnos,
De pronto y en un gran esfuerzo nos resistimos,
Nos plantamos, la ignoramos y haciendo uso
De nuestras fuerzas nos juntamos,
Nos fundimos y con el mayor desparpajo
A la despedida, la despedimos
Y entonces forjamos enseguida nuestro reencuentro
Que tardo años, que duro horas
Que sirvió para apaciguar cualquier espera
Por muy larga que esta fuese
En una sórdida noche de amor.
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1 comentario:
Debo decir que es una creación basada más que en la pasión en una inteligente dosis de sensualidad y poética. Eleva el poema romántico a las cumbres donde no lo alcanza la banalidad. Salud poeta, es placentero encontrar cosas valiosas como estas en la red.
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