lunes, 25 de agosto de 2008

A mi me llaman el presidiario


A MI ME LLAMAN EL PRESIDIARIO


Llovía torrencialmente y a grandes gotas, lo supe pues a los pies de mi cama y a través de la ventana me llegaban vestigios de ellas; el fulvio pareció no sentirlas o no importarle, total en esta situación uno aprende a suprimir los sentimientos mas banales y a quedarse con aquellas que se consideran importantes, aunque aquí pasen hacer los mas hirientes, son estos sentimientos de amor, familiaridad, camaradería a los que en la cárcel tratamos de aferrarnos mas, de conservarlos, de saber que sensación da a su vez el sentirlos, aunque nos penetren como puñaladas el corazón.


De mi diré poco, llevo ya siete años encerrados aquí, y aun me resta mas, llegue una noche lluviosa de mayo, tan lluviosa como hoy, en mi celda un compañero, el fulvio, me miro de reojo cuando entre y cerraron los barrotes.


Cómo te llamas muchacho?, inquirió

Llámame moncho simplemente, así me llamaba mi gente, ahh mi gente la que deje atrás, la que decepcione, la que esta sufriendo mi pena aun mas que yo, o al menos eso repetía de cuando en cuando mama.

Uhm asintió el fulvio, y que delito cometiste? Volvió, pensé, reflexione, estuve a punto de contestar un que te importa, había tenido un mal día después de todo no todos los días te dicen ey ciudadano los próximos treinta años los vas a pasar guardado en la cárcel, eso a partir de hoy mismo.

Asesinato conteste aun sin mirarlo, y tu amigo fulvio, ya se tu nombre, porque estas aquí?

Con una mueca contesto, canibalismo, tu sabes siento debilidad por la carne cruda, me comí a mi novia y te aseguro que la disfrute hasta los huesos jeje hasta los huesos, dijo riéndose y dándose la vuelta hacia la pared, en un par de minutos lo oí roncar, tenia mis sentimientos tan embutidos que lejos de miedo me dio un dejo de asco que rápidamente aparte de mi mente.

Así de triste en una noche lluviosa de mayo llegue, y así me encuentro hoy, en una noche lluviosa de mayo y triste, tirado en mi catre, pensando, soñando sin saber cuando hago una cosa u otra, me gustaba recordar cosas bellas de antes de cuando era gente de cuando la señora ley no me había arrancado mi vida, me gusta recordar cuando conocí a norin, de cómo nos enamoramos, de cómo comenzamos hacer uno solo, a





Compartir nuestras vidas y entonces sobrevino a mi mente eso, eso otro que no deseaba recordar, que quería erradicar de mi mente pero ya era muy tarde, ya los espasmos en mi cuerpo me hacían retorcer, y es que si mis amigos, el recordar aquel día de julio cuando llegue, un día antes a casa, pues el viaje por el que fui enviado por la empresa en la que trabajo o trabajaba o ahh ya no importa, se había acortado.

Los conseguí ahí a ambos en mi cama a mi norin, con ese otro hombre que ya ni recuerdo, solo llego a recordar que su papa le decían el fontanero, pues en eso se desempeñaba, pero discúlpenme, mi mente divaga, y saben tiene lagunas, lagunas insalvables que me permiten poder despertarme y seguir respirando día a día, mi norin oh amor de mi vida, de mi existencia, de mi todo, jamás había presenciado un espectáculo mas grotesco para mi, mi norin encima de ese hombre , cabalgándolo, haciéndole el amor, en esos suaves y sutiles subes y baja, que yo pensaba eran solo míos, esos respiros entrecortados, esos besos en la frente que yo reclamaba como míos.

Aun ahí en la puerta del cuarto y en shop tarde varios segundos para que advirtieran mi presencia y solo lo hicieron cuando desgarrándome vomite, vomite algo inmundo, algo impuro, algo que acababa de morir en mi…mi alma.

Fue allí cuando ambos volvieron a este mundo, aterrizaron y vieron a un hombre, un hombre que desde ese momento ya no podría llamarse así, en la puerta, vomitando su alma, todo fue muy súbito, me abalance sobre ellos, a norin mi norin la aparte con lo que pensé había sido un leve empujón hacia la pared de encima de ese, de ese… hombre, al desdichado lo apreté, lo así, lo ahorque con todas las fuerzas que un pobre desgraciado como yo podían quedarles, lo ahorque y lo apreté con tanta demencia, que solo hube de soltarle cuando a borbotones le brotaba ese liquido, rojo, casi inholoro pero si muy escandaloso, la sangre, la botaba, la escupía y fue allí que también vi que había despojado a ese hombre de su alma y me sentí aliviado, grotescamente aliviado y malditamente vengado.


Seque el sudor de mi frente, apreté mi corbata, enderece mi saco y volteé hacia aquella que un día llame mi amada, pero era también muy tarde para eso, con los ojos blancos y sobre un charco de sangre se encontraba mi norin, con tan mala suerte para ella que había golpeado su suave cien contra una piedra grande y fuerte que me había hecho cargar una vez de un río cuando éramos novios y que hoy como símbolo de nuestro amor adornaba nuestro aposento, entonces con un dejo de dolor, pensé bueno es lo que se merecían, todo el mundo lo entenderá, a fin de cuentas el afectado soy yo….


Nada mas lejos de la realidad, me cazaron como perro, me trataron como escoria, me azotaron como a puerco, me blandieron como al hierro caliente, por eso me encuentro aquí, renegando, adoleciendo, maldiciéndola a ud señora ley, buscando una fisura, un dejo, una realidad que me permita entenderla y apoyarla, que me permita condenarme como todos lo hicieron, que me permita inculparme como ud señora ley lo





hizo, pero algo dentro de mi me dice: calma, no desesperes, el apocalipto llegara y te dará la razón, te dará ese puesto entre los malditos que tu te mereces, entonces serás tu quien juzgues a ese juez que con cara de asco te condeno, pero que en la penumbra de la noche salio a buscar un joven fuerte y hermoso para que lo azotara, a ese jurado podrido que se atrevió a mirarte, a escupirte a repudiarte por tu acto, pero que gustosamente acepto un souvenir de parte del alcalde en dinero para que tu condena fuera la mas tirana de todas, a ese alcalde una y mil veces desgraciado que lo hizo porque su amante es la hermana de aquel hombre a quien con toda justicia le quitastes el alma, a este sistema podrido en sus bases, podrido en su estructura, podrido en sus componentes podridos, y entonces así y por el resto de los días, gozarte, vanagloriarte, engrandecerte, encumbrarte, sentía esa voz del apocalipto hablándome, susurrándome al oído, haciendo un esfuerzo aun mayor por escuchar atine a discernir a fulvio diciéndome shhhhh ya muchacho, ya tranquilo, calma, respira estas en tu cama, otra vez el maldito sueño ese, ya cállate y déjame dormir…


Maldición y una mil veces maldición, era otra vez el sueño o quizás no, total antes dije que el paso entre sueño y pensamiento es tan frágil que pocas veces atino a saber en que lado estoy…….solo dije, tranquilo fulvio ya duérmete, es por el día, es por la lluvia, es por las gotas cayéndome a los pies, es por la suave brisa de mayo que aun en este hueco y por esa pirrica ventana logro sentir, es por por norin….

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